Realizar la gestión de un restaurante en la actualidad, va mucho más allá de ofrecer comida de calidad y un buen servicio. Las nuevas tendencias de la restauración europea se centran más que nunca en el cliente, interesado como nunca antes en la gastronomía. Asimismo, se impone la tecnología como la vía más práctica y natural para llevar a cabo todos los procesos.
Un ejemplo que nos sirve para enmarcar este tema es el restaurante vasco Azurmendi, que se ha llevado el galardón de mejor restaurante de Europa del año 2015 por tener en cuenta estos factores, al darle total prioridad a sus comensales, brindándoles una atención personalizada, sin poses, con mucha transparencia y en un impresionante edificio sostenible y bioclimático, de última generación tecnológica.
Así que, ya sea que vayas a abrir un restaurante o que quieras actualizarlo, te presentamos algunas tendencias interesantes, que seguro te servirán de inspiración:
Lo ecológico es mejor
Cada vez somos más conscientes del impacto de la comida en nuestra salud y del impacto de nuestras acciones en el planeta. Como si el planeta y nuestro cuerpo fueran metafóricamente lo mismo y necesitáramos ciudarlos a la par.
Crece entonces la demanda de platos hechos con productos ecológicos, de proximidad, de temporada, ultra frescos. Y si son servidos en espacios donde también se respeten estos conceptos, con instalaciones comprometidas con el medio ambiente, mejor.
Los consumidores ahora son ¨foodies¨, curiosos por el buen comer. Cualquiera está tentado a cocinar como el chef del reality show de turno, experimentando con nuevos ingredientes, pero sobre todo dando una imagen muy saludable.
Se pone de moda el vino natural, no corregido, elaborado en viñedos sin tratamientos artificiales, con su sabor original.
También se hace cada vez más necesario, ofrecer alternativas sin gluten, sin lactosa, y especiales para vegetarianos.
La relación de confianza con la clientela es un punto fundamentan en la gestión de un restaurante.
Bienvenidos a casa
El comensal ha pasado de ser un cliente, a ser un invitado al que hay que homenajear. Se impone la naturalidad, se acaban las etiquetas y lo más importante es dar un placer gastronómico, a quien esté dispuesto a disfrutarlo.
EL chef se expone. Cocina en una barra para sus invitados. E incluso, viene a casa. A través de aplicaciones ya se puede reservar el servicio de un chef de alta cocina, como Macarena de Castro, o el Inglés Marc Fosh, quienes traen sus estrellas Michelin a las cocinas de particulares, sólo con unos clics. Grado de separación: Cero.
La comida de alto nivel va a la calle, ofrecida en tradicionales camiones de remolque. Una versión callejera y rápida del restaurante. Y sí, al parecer no son sólo una moda fugaz. Los food trucks, de origen neoyorkino, son una opción que cada vez coge más fuerza por la practicidad que supone.
Y en la ambientación, la sencillez parece ser la regla. El Noma en Copenhague, catalogado como el mejor restaurante del mundo en 2014, lo evidencia, pues ofrece una experiencia sin manteles, ni adornos, mucha madera, piedra, e iluminación suave. Donde interesan menos las técnicas y más el concepto artesanal.
Curiosidad de pequeño formato
Crece la tendencia a la variedad. Las personas quieren probar varios platos, distintas opciones, y sabores. Por esto, el formato tapa se convierte en la mejor opción, ya no sólo en España como es tradicional, sino se extiende a Europa e incluso a Estados Unidos. Pero la razón es esa: la curiosidad por aventurarse a probar poco de mucho. Platillos pequeños con pequeñas joyas son cada vez más valorados.
Además, el probar de aquí y de allí invita al compartir. Conducta muy de moda también en estos tiempos.
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Mestizaje culinario
¿Y qué especialidades se preparan? Pues predominan las bases tradicionales aderezadas con ingredientes de nuevas latitudes. Se imponen Latinoamérica y Asia, como fuentes de inspiración.
Chiles, semillas de sésamo, algas marinas, agua de coco y curry, son aliños ya casi cotidianos. Incluso los insectos comienzan a ser tomados en cuenta, en cocinas lejanas a la mexicana, donde han sido consumidos desde los aztecas.
Se detecta también un retorno al primitivismo del fuego, a través de la cocción a la brasa. Una técnica que se extiende en restaurantes de alta cocina, para aprovechar ese sabor a naturaleza.
Lo importante, en todo caso, es que el plato produzca deseo a la vista y éxtasis al paladar para convertirse en un auténtico #foodporn.
Platos trendy:
Reinvenciones de la pizza, las albóndigas, el helado, la hamburguesa y la col. Creciendo la tendencia a las comidas Bitter o los sabores más amargos.
Países trendy:
- España:
- Alemania:
Segundo país con el mayor número de estrellas Michelín.
- Helsinki:
Una ciudad actualmente muy foodie. Por la misma autenticidad de su cocina, genera fascinación con extraños platillos nacidos del frío.
Gestionar un restaurante que pueda tener continuidad en el tiempo, es cada vez más una cuestión de sentido común y de apertura a estas nuevas tendencias. Prestar atención a lo que el ¨Foodie¨ demanda, complacerle, sorprenderle, cuidarle y ofrecerle los productos con la mayor espontaneidad, son las claves principales. Y si a esto le añadimos creatividad e innovación, tenemos la fórmula perfecta para brillar, ahora y en el futuro cercano.
¿Tienes mesas vacías y los costes no dejan de aumentar?
