El problema de la restauración moderna es que ser un buen restaurante ya no es suficiente. Aunque los volúmenes de turistas de nuestro país se hayan incrementado, y las perspectivas para todos los sectores turísticos, incluidos los restaurantes, sean muy alentadoras. Evidentemente, cuando el mercado “va lleno”, hay clientes para todos, pero el cliente no es tonto, y entonces es cuando vemos en aceras locales vacíos, al lado de restaurantes llenos a rebosar. ¿Por qué?
Partiendo de la anterior premisa podemos decir que en la restauración actual nos encontramos con tres tipos de negocios de restauración:
- Buenos restaurantes que consiguen resultados pobres
- Grandes restaurantes que consiguen buenos resultados
- Excelentes restaurantes que consiguen grandes resultados
¿En qué lugar se sitúa tu restaurante?
En un mercado como el de la restauración, la actividad de aperturas y traspasos es frenética. Para ello solo tenemos que fijarnos en el artículo de ELPERIODICO sobre la situación de los restaurantes en Barcelona (Ver artículo)
Tal como dice el artículo: “Desde el 2012, Barcelona suma unos 7.809 traspasos y 1.370 nuevos negocios, un vertiginoso movimiento que demuestra que son muchos los que se atreven con la hostelería y también bastantes los que se estrellan en el intento”
Estas cifras indican que la soberbia de muchos “futuros empresarios de restauración” es tal, que consideran que un restaurante es un negocio sencillo en el que no necesito muchos conocimientos.
Dicho lo anterior ¿Cuáles son los factores que impiden que mi restaurante alcance la excelencia?
- Mi restaurante todavía no es el mejor en… Focalicemos nuestro restaurante en que sea el mejor de “algo” determinado. Si vendemos pizzas, seamos el mejor restaurante de pizzas. En todo negocio de restauración siempre encontramos elementos clave sobre los que hacernos fuertes.
- El equipo de trabajo necesita mejorar. Si es así empecemos a preocuparnos por hacer que nuestro restaurante sea capaz de atraer talento para atraer los mejores profesionales. La formación del equipo, los horarios, etc son aspectos de los que hemos hablado infinidad de veces. Pero hoy más que nunca necesitamos crear un negocio que atraiga a buenos empleados y buenos clientes.
- Necesito mejorar la calidad de la comida. Si es así, nuestro negocio está en un serio peligro. Si nuestra comida no convence, y deja un mal sabor de boca en el cliente, hemos perdido la batalla. Nuestro negocio no es un restaurante.
- Mi restaurante es caro. Un restaurante es caro cuando el cliente tiene la sensación de que está pagando por algo que no es perfecto. La clave de que su restaurante sea más competitivo no siempre es bajar los precios. Al contrario es una cuestión de placer/esfuerzo. Cuanto más placer sepamos ofrecer al cliente, menos caros seremos.
- Mi restaurante no ofrece una buena experiencia desde el inicio hasta el final. Hoy en día nuestro cliente está más ocupado que nunca. Vivimos en un mundo caótico y estresante, por lo que nuestro restaurante debe ser, tal como dice un reconocido empresario de la restauración cordobesa: un oasis de placer y relax
Lluis Codó Pla
Socio-Director ISGEG y Horeca Solutions
¿Tienes mesas vacías y los costes no dejan de aumentar?
